Cómo deshacerte de las impurezas en 6 pasos
Los barros y puntos negros, al igual que las espinillas, son motivo de preocupación y molestia tanto por jóvenes como por adultos. Si bien no constituyen un problema de salud, afectan directamente la autoestima y seguridad con la propia imagen corporal, al ser muy poco estéticos.
Las impurezas en la piel pueden originarse por muchos motivos: presencia de bacterias, exposición a agentes contaminantes, cambios hormonales, exceso de grasa en la piel, uso de maquillaje poco adecuado e higiene insuficiente.
Muchas personas, por el deseo de obtener una piel libre de impurezas, acuden a métodos poco adecuados, como presionar con las uñas la piel, lo que genera heridas, marcas y cicatrices en el rostro.
¿Quieres deshacerte de los barros y puntos negros de manera adecuada y sin dañar tu piel? ¿Deseas conseguir un rostro más suave y de apariencia más lisa? Entonces te invitamos a seguir los siguientes 6 pasos.
Paso N°1: Lava bien tu rostro
Un paso esencial en el proceso de destapar los poros es lavarse adecuadamente el rostro.
Para ello, utiliza en primer lugar toallitas húmedas o una solución desmaquillante (humedecer un algodón o tela), para retirar todo el maquillaje. Realiza el procedimiento haciendo movimientos suaves sobre la piel, para evitar irritarla.
Luego, lava tu rostro con abundante agua tibia. Evita a toda costa utilizar agua caliente, ya que ésta puede irritar y resecar tu rostro.
Vierte agua sobre tu rostro varias veces, para asegurarte de que no queden residuos de maquillaje, productos cosméticos o suciedad sobre tu piel.
Una buena opción para complementar el lavado de tu rostro es aplicar un jabón facial suave, idealmente hipoalergénico.
El lavado debería durar entre 5 y 10 minutos.
Finalmente, utiliza una toalla para secarte el rostro. Es muy importante que no frotes la piel, sino que la seques dando toques suaves.
Paso N°2: Prepara una olla con vapor
Llena una olla con agua y ponla a calentar.
Calienta el agua a temperatura media con la olla tapada, hasta que se empiece a producir vapor. Luego, retira inmediatamente la olla del fuego.
Es muy importante que el agua no esté excesivamente caliente ni hirviendo, ya que el vapor caliente puede quemar tu rostro y producir serias lesiones.
Puedes verter el agua en un recipiente grande o utilizar el vapor directamente desde la olla, si así lo prefieres.
Si tienes posibilidad, agrega al agua aceites esenciales, hierbas o té, para complementar tu tratamiento de limpieza. Por ejemplo, té de manzanilla, menta, té verde, eucalipto, lavanda, sándalo, etc.
Paso N°3: Pon una toalla sobre tu cabeza e inclínate sobre el recipiente con vapor
Debes poner la toalla sobre tus hombros y cabeza e inclinarte hacia adelante, cubriéndote completamente, de manera que el vapor llegue de manera directa a tu rostro.
Permanece en esta posición durante 10 minutos, manteniendo los ojos cerrados.
Es muy importante que no te excedas en el uso del vapor y que no te acerques demasiado al agua caliente, ya que puede resecar tu piel.
Realiza este procedimiento como máximo una vez a la semana.
Paso N°4: Aplica una mascarilla natural sobre tu rostro (opcional)
Luego del baño de vapor, puedes agregar sobre tu rostro una mascarilla natural, para retirar las impurezas que hayan salido de tus poros.
Una buena opción es utilizar una mascarilla casera de miel. Si no deseas aplicar nada, puedes pasar directamente al siguiente paso.
Paso N°5: Enjuaga tu piel con abundante agua fría
El agua fría permitirá que tus poros se cierren y que tu piel se tense nuevamente, por lo que es un paso muy importante.
Además, permitirá retirar las impurezas que hayan salido de tu rostro, sobre todo si no utilizaste mascarilla luego del baño de vapor.
Paso N°6: Aplica una crema hidratante sobre tu rostro
Para finalizar, aplica una crema hidratante que sea adecuada a tu tipo de piel. De esta manera, evitarás que tu piel se reseque luego de este tratamiento.
¡Anímate a lucir una piel más lisa, suave y tersa! ¡Prueba este procedimiento durante un mes y comenzarás a notar los cambios!