Tipos de Tratamientos Dermatocosméticos Médicos
- Abrasivos Químicos
- Abrasivos Mecánicos
- Nitrógeno Liquido
- Aplicación de inmunomoduladores
- Dermatoscopía Digital
- Curaciones Simples
- Curaciones Planas
- Tratamientos con Ácido Hialurónico
- Tratamientos con toxina botulínica, estética y médica
- Intralesional de Medicamentos
- Aplicación de inmunomoduladores
¿Qué es el ácido hialurónico?
El ácido hialurónico es una sustancia que se encuentra naturalmente presente nuestra piel. Sin embargo, con el paso de los años, el ácido hialurónico de nuestra dermis se va perdiendo, lo que se refleja externamente en la aparición de arrugas y en la pérdida del contorno del rostro. Con el fin de atenuar los efectos de su pérdida progresiva, es posible introducir de forma externa ácido hialurónico, mediante micro-inyecciones en la dermis. Esto permite hidratar la piel, reponer el volumen perdido y eliminar las arrugas de manera discreta.
“Los efectos del relleno de ácido hialurónico son prácticamente inmediatos, y permiten suavizar y/o eliminar las arrugas superficiales y profundas.”
Toxina botulínica tipo A “Botox”
La administración de Toxina Botulínica constituye el procedimiento cosmético mínimamente invasivo más utilizado en el mundo, ya que una de las principales características del envejecimiento es la aparición de arrugas, lo que corresponde a un fenómeno multifactorial, pero en lo que se refiere a la toxina, nos interesa la musculatura facial hiperdinámica que contribuye a la generación de arrugas, en el área frontal, entrecejo, zona periocular o también llamada patas de gallo , en la zona perioral, de predominio en el labio superior.
La Toxina Botulínica produce una parálisis transitoria de los músculos tratados, con el consiguiente efecto de atenuación o incluso de no formación de arrugas en las áreas tratadas en la medida de aplicaciones sucesivas de toxina.
El procedimiento no requiere anestesia. Para mejorar el confort del paciente, se enfría la zona con hielo. El efecto máximo se alcanza a la semana y su duración total varía de 3 a 4 meses, momento en el cual el paciente nota la reaparición gradual de la fuerza de la contractura de los músculos tratados. Se recomiendan 2 sesiones al año. Es un proceso ambulatorio y que permite que el paciente puede retornar a sus actividades inmediatamente.
La toxina botulínica ha supuesto una revolución en el tratamiento de la hiperhidrosis (sudoración excesiva). Actúa bloqueando de manera selectiva la función de las glándulas sudoríparas, disminuyendo la producción de sudor en la zona en que se administra.
Se utiliza principalmente para el tratamiento de las hiperhidrosis de las axilas y de las palmas de las manos.
“La toxina botulínica consigue una disminución promedio de la cantidad de sudor en un 80% en axilas durante 8 meses, y de un 65% en palmas durante 6 meses”.