La comúnmente llamada “celulitis”, presente en 9 de cada 10 mujeres, es un problema que pareciera imposible de solucionar. Es frecuente ver a las mujeres que padecen este problema intentar todo lo que encuentran a su alcance: dietas, cremas de tratamiento, masajes, etc., sin lograr los resultados que esperan. La lucha contra la celulitis, también llamada “piel de naranja”, es una lucha larga y difícil, pero no imposible.
Si eres perseverante y disciplinada, podrás obtener una importante disminución de tu celulitis y sentirte más a gusto y segura con tu cuerpo. ¿Quieres usar esos shorts cortos que siempre miras en las tiendas, pero que no te atreves a comprar? ¿Te gustaría ir a la playa o piscina y olvidarte de tu amigo el pareo? Entonces pon en práctica los tratamientos caseros que compartiremos a continuación.
¿Qué es la celulitis?
La celulitis, cuyo real nombre es Lipodistrofia Ginecoide, corresponde a una acumulación de tejido adiposo (tejido graso) y toxinas en determinadas zonas del cuerpo, formando nódulos de grasa. En zonas como la pelvis, muslos y nalgas, las mujeres poseen 5 veces más células grasas que los hombres y con un mayor tamaño que en las demás zonas del cuerpo. El aumento en la cantidad y tamaño de estas células es lo que genera el aspecto de la “piel de naranja”, lo cual va de la mano con alteraciones en la circulación e irrigación sanguínea y en el retorno venoso.
¿Cuáles son sus principales causas?
Las causas de la celulitis son múltiples y variadas. Entre las principales podemos encontrar:
- Un factor genético o hereditario: si las mujeres de tu familia tienen obesidad y/o celulitis es posible que tengas una mayor predisposición a presentarla tú también.
- El sedentarismo: el ejercicio físico activa la circulación sanguínea y el metabolismo de las células grasas. Si no practicas ningún deporte y pasas la mayor parte del tiempo sentada, es probable que pueda surgir la celulitis, ya que es por medio de la actividad física que las células grasas son utilizadas como fuente de energía y, por ende, eliminadas.
- Una alimentación poco saludable y una inadecuada hidratación: si en tu dieta existe un exceso de calorías (que inciden en el aumento de tejido adiposo y en el aumento del peso corporal), consumes demasiada sal (produce edema y retención de líquidos), mucha comida procesada (harinas blancas, repostería, dulces, etc.) y no bebes suficiente agua (mínimo un litro y medio, lo ideal dos litros), entonces es probable que surja o se incremente aún más tu celulitis.
- El estrés: si estás pasando por un cuadro de estrés, lo más probable es que tus niveles de cortisol estén muy altos. El cortisol es conocido como “la hormona del estrés” y cuando se encuentra presente de forma excesiva en nuestro organismo puede producir un aumento en la retención de líquidos y un mayor almacenamiento de las células grasas, lo cual incide, a su vez, en el aumento de la celulitis.
- Utilizar vestimenta demasiado ajustada: los jeans demasiado ajustados y los tacones altos empeoran la circulación y el retorno venoso, produciendo más edema.
- Factores hormonales: la aparición de celulitis se relaciona también con altos niveles de estrógenos, lo cual da lugar a edema o retención de líquidos. Algunas circunstancias que desencadenan o empeoran la celulitis son: la pubertad, la menopausia, el síndrome premenstrual y el uso de anticonceptivos orales.
- Permanecer mucho tiempo de pie: estar de pie por períodos prolongados también dificulta la circulación e incide en la aparición de várices.
- Los trastornos circulatorios: inciden en la aparición de celulitis, ya que impiden una adecuada eliminación de toxinas.
Entonces, ¿cuál sería el plan de tratamiento más efectivo?
Debido a que la celulitis tiene múltiples causas, no es posible eliminarla siguiendo sólo un tipo de tratamiento. Para realmente vencerla es necesario tomar medidas que aborden, de forma complementaria, las distintas causas que la generan.
Un tratamiento efectivo debe incorporar siempre: cambios en la alimentación e hidratación, realización de actividad física (las caminatas, el ciclismo y la natación, ayudan bastante), realización de masajes de drenaje linfático en las zonas afectadas y el uso de cremas anticelulíticas.
Muchas mujeres pueden sentirse desalentadas ante los altos costos de las cremas disponibles en el mercado. Si tú eres una de ellas, te tenemos una buena noticia. ¡Existen tratamientos caseros, sencillos, económicos y eficaces, que pueden ayudarte a complementar tu plan de tratamiento!
Crema exfoliante y anticelulítica casera N° 1
El café es conocido por sus propiedades exfoliantes y anticelulíticas (cuando se aplica sobre la piel, no al beberlo). De hecho, la mayor parte de las cremas de tratamiento que están a la venta en el mercado incorporan este ingrediente en su composición. Es por aquella razón que las cremas caseras que compartiremos a continuación tienen en común la presencia de café.
Para realizar tu propia crema necesitarás:
- 1 cucharada de azúcar.
- 1 cucharada de café de grano o de pozo de café (es el café recién utilizado que queda en el colador de las cafeteras).
- 1 cucharada de aceite de oliva o aceite de coco.
Si deseas obtener más crema, puedes aumentar la cantidad de los ingredientes a utilizar, pero recuerda aumentarlos de manera proporcional.
Preparación y forma de uso:
Debes mezclar todos los ingredientes hasta obtener una especie de pasta. Luego, aplica la crema en las zonas que quieras tratar, realizando masajes circulares y ascendentes, para favorecer la irrigación sanguínea. Realiza los masajes durante un mínimo de 10 minutos (ideal de 15 a 20).
Si quieres potenciar el efecto, luego de aplicar la crema y hacer los masajes, recubre las zonas que quieras tratar con papel transparente de cocina y deja actuar la crema durante otros 15 minutos. De esta forma se producirá mayor calor local, lo que favorece la circulación y el retorno venoso.
Finalmente, retirar con abundante agua fría.
Crema exfoliante y anticelulítica casera N° 2
Para realizarla, necesitarás:
- 5 cucharadas de café de grano (pueden ser menos o más, dependiendo de la cantidad que vayas a necesitar).
- 5 cucharadas de cacao amargo en polvo (la cantidad de cacao debe ser proporcional a la cantidad de café que agregues).
- Leche entera. Agregar de a poco hasta formar una pasta consistente.
Preparación y forma de uso:
Mezclar el café y el cacao en un recipiente. Posteriormente, agregar poco a poco la leche entera hasta obtener una pasta (la idea es que no sea muy líquida, sino que tenga consistencia).
Aplicar la pasta en las regiones afectadas por la celulitis, realizando un masaje circular y ascendente, al igual que en la crema de tratamiento anterior.
Dejar actuar durante un mínimo de 20 minutos. Luego, retirar con abundante agua fría.
Esta crema también puede ser utilizada en el rostro para prevenir la aparición de arrugas.
Crema exfoliante y anticelulítica casera N° 3
Para hacerla necesitarás:
- 5 cucharadas de café de grano.
- 3 cucharadas de miel de abejas.
- 2 cucharadas de aceite de oliva.
- 1 cucharada de azúcar o de sal marina.
Las cantidades pueden variar dependiendo de cuánta crema quieras conseguir. Puedes agregar más o menos, dependiendo de tu necesidad.
Preparación y forma de uso:
En primer lugar, se debe mezclar el azúcar o sal con el café. Luego, agregar el aceite y la miel. Mezclar todos los ingredientes hasta obtener una pasta homogénea.
Aplica la crema en las zonas que quieras tratar y realiza el mismo masaje que en las recetas anteriores.
Se sugiere que el masaje dure un mínimo de 10 minutos (ideal de 15 a 20 minutos).
Luego retirar con agua tibia para eliminar toda la crema de tu piel.
¿Ves que no es tan difícil crear tu propia crema anticelulítica casera? Prueba alguna de estas recetas, realizándola de 3 a 4 veces por semana durante un mínimo de un mes y empezarás a notar los cambios. Recuerda que estos tratamientos son un complemento a tu plan de alimentación y ejercicios. ¡Mucho éxito!
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gracias, seguro las preparo
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