Suena el despertador. Te levantas de la cama de un salto, mientras aún suena esa odiosa canción que escogiste de alarma y que en un pasado muy, pero muy lejano, solía gustarte. Sabes que ese día no hay tiempo para unos “5 minutitos más” de descanso entre las sábanas. Tienes el tiempo justo para ducharte, vestirte, comer algo y salir corriendo al trabajo o universidad.
Cuando terminas de arreglarte, surge el gran dilema: ¿qué puedo desayunar?
No tienes tiempo para prepararte un desayuno decente, así que, los días en que tienes suerte, te tomas un café, sacas un pan, le echas algo dentro (lo que sea que encuentres) y te lo tragas mientras sales disparado de tu casa. Otros días ni siquiera alcanzas a tomar el café y tragar el pan, así que esperas llegar a tu trabajo o universidad para desayunar, pero lamentablemente las opciones que encuentras no son muy saludables.
El desayuno que te presentamos a continuación es una buena opción para esos días en que definitivamente no tienes tiempo de cocinar y/o no alcanzas a desayunar en casa. Contiene todos los nutrientes que necesitas: carbohidratos complejos, proteína, fibra, antioxidantes, grasas saludables y vitaminas y minerales.
Es muy fácil y rápido de hacer, se deja preparado la noche anterior y te permitirá disfrutar de una comida completa y nutritiva por la mañana.
Recuerda, la salud parte desde adentro. Eres lo que comes y tu piel lucirá de acuerdo a ello.
Si quieres saber más acerca de desayunos saludables, revisa nuestros artículos: “desayuno antioxidante” y “más desayunos antioxidantes para cuidar tu piel”.
Ingredientes
De la mezcla:
- 40 gramos de avena, que equivalen aproximadamente a 4 cucharadas soperas colmadas. Puedes aumentar o disminuir la cantidad de avena, dependiendo del requerimiento calórico que tengas. Si aumentas la cantidad, entonces deberás aumentar proporcionalmente la cantidad de leche y yogurt.
- ½ vaso de leche de almendras. También puede ser leche descremada, leche descremada sin lactosa u otra de tu preferencia. Sin embargo, siempre es preferible optar por las leches vegetales (de almendras, coco, soja, etc.).
- ½ yogurt natural sin azúcar. También puedes utilizar un yogurt batido saborizado sin azúcar.
- 1 cucharada sopera de semillas de chía.
- ½ cucharadita de canela en polvo (*opcional, le da un sabor especial a la mezcla)
- Stevia a gusto. Se sugiere agregar como mínimo 10 gotas, que equivalen a dos cucharadas de azúcar.
Para agregar sobre la mezcla
Puedes escoger lo que desees, pero aquí dejamos algunas alternativas.
- Fruta fresca a elección: plátano, fresas, arándanos, moras, ciruela, manzana, etc.
- Frutos secos a elección: almendras, nueces, avellanas, etc.
- Pasas
- Granola sin azúcar
Modo de preparación
La noche anterior, agrega en una fuente de vidrio la leche y el yogurt. Posteriormente, agrega la avena, las semillas de chía, la canela y el endulzante. Revuelve todos los ingredientes.
Deja la fuente tapada en el refrigerador durante toda la noche. Puedes utilizar papel de cocina transparente para cubrirla.
En caso de que al día siguiente no puedas desayunar en casa y tengas que llevarte tu desayuno, puedes echar la mezcla en un envase de vidrio con tapa, para que puedas transportarlo. En tal caso, debes dejar igualmente el envase en el refrigerador.
A la mañana siguiente la mezcla habrá adquirido una consistencia espesa y compacta (como un postre) y estará lista para ser consumida. Si tienes tiempo de desayunar en casa, sólo debes agregar la fruta y/o los frutos secos que desees encima. En caso contrario, puedes agregar esos ingredientes a tu envase de vidrio con tapa.
¡Y listo! ¡A disfrutar de un completo y exquisito desayuno, donde sea que vayas!