La pérdida de cabello es una preocupación muy frecuente, tanto en mujeres como en hombres, y puede producirse tanto en zonas localizadas del cuero cabelludo como de forma generalizada (difusa). Es importante considerar que las personas pierden normalmente alrededor de 100 cabellos al día, de un total de aproximadamente 100,000 en todo el cuero cabelludo.
¿Se te cae el cabello constantemente al peinarte, ducharte o encuentras cabellos en tu almohada luego de dormir? ¿Estás preocupado/a o acomplejado/a por esa condición, ya que sientes que la pérdida de cabello está comenzando a ser notoria? ¿Quieres conocer las posibles causas de la pérdida de cabello y las alternativas disponibles de tratamiento? Te invitamos a leer el siguiente artículo, para que puedas esclarecer tus dudas y orientarte respecto a cómo mejorar tu situación.
Causas de la caída del cabello:
1) Caída por herencia:
Con el paso de los años, tiende a haber una disminución de la cantidad total de cabello, así como también, una disminución de su grosor. Este tipo de calvicie por lo general está relacionada con la herencia, el envejecimiento y los cambios hormonales propios de éste, específicamente, en los niveles de testosterona.
Se presenta con mayor frecuencia en la población masculina y puede suceder en cualquier momento después de la pubertad. A este tipo de calvicie se le denomina alopecia androgenética o androgénica. En este tipo de alopecia, las responsables de la caída del cabello son la enzima 5-alfa-reductasa y la hormona testosterona. La enzima convierte la testosterona en dihidrotestosterona (DHT), la cual se encarga de reducir los folículos, haciendo que las membranas del cuero cabelludo se tornen rígidas y el folículo reciba menos irrigación sanguínea, generando cabellos más débiles, finos y, por ende, más propensos a la caída.
El 50% de los hombres mayores de 40 años presenta calvicie en la zona de la coronilla y/o las entradas, y cerca del 80% la presenta a los 70 años.
2) Caída por estrés emocional:
Pasar por períodos intensos de estrés o presentar trastornos del ánimo, como un cuadro depresivo severo, puede incidir de manera significativa en la pérdida de cabello. En estos casos, el pelo tiende a salir en mechones mientras se aplica el champú, se peina o se pasan las manos por el pelo. Esta pérdida de cabello por lo general suele ser temporal. Sin embargo, puede volverse crónica si el estado emocional que está a la base no es tratado y se prolonga en el tiempo.
También puede observarse pérdida del cabello en el caso de personas con tricotilomanía, trastorno psicológico caracterizado por arrancarse el cabello de forma compulsiva.
3) Caída por estrés físico:
El estrés físico puede consistir en:
– Enfermedades:
Algunas enfermedades pueden incidir de manera significativa en el crecimiento y pérdida del cabello, incluyendo las enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso, los cuadros de fiebre alta o infecciones graves, tumores de ovario o de las glándulas suprarrenales, enfermedades infecciosas como la sífilis, enfermedades del cuero cabelludo como las micóticas (por hongos), la foliculitis, entre otras.
La alopecia areata, por su parte, es una enfermedad que afecta los folículos pilosos, los cuales son áreas de la piel que dan crecimiento al pelo. En la mayor parte de los casos, el pelo se cae a mechones, dejado áreas sin cabello del tamaño de una moneda. Muchas personas con esta enfermedad sólo tienen unas cuantas áreas de calvicie. Sin embargo, esta enfermedad puede llegar a causar la pérdida total del pelo, incluyendo el rostro y el cuerpo. La alopecia areata se relaciona, en muchas ocasiones, con cuadros de estrés intensos, aunque su causa en general suele ser desconocida.
– Problemas nutricionales:
Puede apreciarse caída del cabello en el caso de dietas drásticas, que no contienen suficiente proteína ni micronutrientes (vitaminas, minerales). Además, se observa pérdida de cabello en personas anémicas, como consecuencia de no tener suficiente hierro en la sangre para mantener el sano desarrollo de los folículos del cabello.
– Cambios hormonales:
Los problemas hormonales pueden incidir en la caída del cabello. Por ejemplo, si la glándula tiroides es hiperactiva (hipertiroidismo) o hipoactiva (hipotiroidismo) es posible que se caiga el cabello. Por lo general, este tipo de caída puede controlarse con un adecuado tratamiento de la enfermedad tiroídea.
Por otra parte, la caída del cabello puede producirse si hay un desequilibrio en las hormonales masculinas y femeninas (andrógenos y estrógenos respectivamente). Si se corrige el desequilibrio hormonal, se produce el cese de la caída del cabello.
A su vez, es posible observar una pérdida significativa de cabello en las mujeres que se encuentran en el período de post parto (hasta 3 meses después del parto). Esto, debido a que durante el embarazo los niveles de determinadas hormonas hacen que el cuerpo conserve el cabello que, en condiciones normales, se caería. Cuando las hormonas vuelven a los niveles previos al embarazo, ese cabello se cae y comienza nuevamente el ciclo normal de crecimiento y caída del cabello.
4) Caída por medicamentos y tratamientos médicos:
Ciertos medicamentos o drogas pueden causar caída del cabello como efecto secundario en algunas personas. Por ejemplo:
- Uso de algunos antidepresivos diseñados para equilibrar los niveles de serotonina.
- Uso de traquilizantes (ansiolíticos) utilizados para tratar trastornos de ansiedad.
- Uso de esteroides anabólicos.
- Uso de algunas píldoras anticonceptivas.
- Radioterapia y quimioterapia.
Cabe señalar que la pérdida de cabello que ocurre a consecuencia de cambios hormonales, cirugías, tratamientos médicos, dietas hipocalóricas excesivas, infecciones agudas, hemorragias, fármacos, estrés psicológico, período de post parto y radiación ultravioleta es conocida como efluvio telogénico agudo o efluvio telógeno. Este tipo de caída de cabello es difusa y reversible, y se presenta de a dos a cuatro meses luego de haber actuado la causa desencadenante sobre el folículo piloso. Es el tipo de alopecia más frecuente luego de la androgénica.
5) Caída por tracción:
El uso frecuente y prolongado de peinados muy tirantes, como colas de caballo, trenzas y “tomates” pueden provocar pérdida de cabello, lo cual es conocido como alopecia por tracción. Si se pone fin a la tensión en el cabello, antes de que se formen cicatrices en el cuero cabelludo, el cabello puede volver a crecer con normalidad. Sin embargo, la aparición de cicatrices puede provocar una caída permanente en la zona afectada.
6) Caída por uso de productos químicos e implementos para el cabello:
Las sustancias químicas utilizadas en los tratamientos capilares, como por ejemplo, en las permanentes o alisados, pueden provocar la inflamación del folículo piloso, lo que incide en la formación de cicatrices y en la caída del cabello. Por ende, resulta importante no abusar de los tratamientos y productos capilares (cremas, aceites, champú) a base de químicos. Además, el uso excesivo de planchas y secadores, a base de calor, también pueden producir caída del cabello.
¿Identificaste la posible causa de tu caída de cabello? Entonces permanece atento a la segunda parte de este artículo. ¡Muy pronto!: tratamientos para la caída del cabello.
Recuerda que siempre debes consultar a tu dermatólogo para recibir el diagnóstico y tratamiento adecuado. En Dermavida contamos con excelentes profesionales que podrán dar respuesta a tus inquietudes.