En el artículo anterior – “¿No sabes cuál es tu tipo de piel? Lee y descúbrelo” – revisamos cuáles son los tipos de piel y sus características.
En este nuevo artículo encontrarás una lista de los principales cuidados que hay que tener con cada tipo de piel, con el fin de que todos podamos lucir una piel saludable, hidratada y tersa, sin importar si tenemos una piel normal, grasa, seca, mixta o sensible.
¡Descubre cómo cuidar tu rostro siguiendo los siguientes consejos!
Piel Grasa
Este tipo de piel requiere de hábitos de higiene diarios, así como también, de una hidratación permanente. Por ello, es muy importante lavar, limpiar y humectar la piel dos veces al día – en la mañana y en la noche – con productos especiales para pieles grasas y, en lo posible, con ingredientes naturales.
¿Cuáles son los productos idóneos?
En el caso de la limpieza, debes realizarla con jabones líquidos o en barra (glicerinados), que tengan fórmulas ligeras, libres de aceites. La limpieza debe realizarse como máximo 2 veces al día. No es recomendable lavar el rostro en exceso, ya que eso podría aumentar la oleosidad y grasitud de la piel.
En el caso de la hidratación, debes escoger cremas, cosméticos y protectores solares que digan ser “no comedogénicos”, que tengan fórmulas libres de aceite (“oil free”) y de textura ligera. Puedes optar por cremas hidratantes en forma de gel o gel – crema (mejor aún si contienen filtro solar) y también por productos a base de vitamina A, C y E, en extractos vegetales como el aloe vera. A su vez, puedes aplicarte aceites vegetales suaves como de limón, geranio, lavanda, enebro o bergamota, que protegerán tu piel y te ayudarán a disminuir el exceso de sebo.
Para los tratamientos antiarrugas, se recomienda utilizar siempre productos en forma de gel y jamás productos de consistencia cremosa.
La exfoliación y el uso de mascarillas purificantes de manera ocasional son una buena opción para eliminar el exceso de sebo en la piel. Al igual que en el caso de los jabones y cremas, no es conveniente utilizar productos con fórmulas aceitosas.
Evita utilizar productos con alcohol, fragancias y exceso de químicos, porque pueden lastimar tu piel y generar reaccionar alérgicas.
En caso de que lo desees, puedes disminuir el exceso de brillo en tu rostro utilizando polvos sueltos y ligeros y pañuelos de limpieza facial que absorban la grasitud del rostro.
Piel Seca
Se sugiere limpiar e hidratar la piel en la mañana y en la noche, utilizando productos especiales para piel seca y, en lo posible, con ingredientes naturales en su composición.
Debido a la facilidad con que este tipo de piel pierde hidratación, resulta necesario evitar el uso de jabones que incrementen la resequedad. Si tienes este tipo de piel, evita el uso de jabones para la limpieza del cutis y, para tu cuerpo, utiliza un jabón hidratante. Evita, a su vez, el uso de agua caliente al lavar tu rostro, ya que puede generar mayor resequedad. Utiliza siempre agua tibia.
En cuanto a la hidratación, las pieles secas requieren de hidratantes poderosos, es decir, de cremas que tengan una alta oleosidad (cremas que contienen aceites). Se sugiere usar cremas con retinol, ácido glicólico y vitaminas en el rostro, debido a la propensión de este tipo de piel a la aparición de arrugas prematuras. A su vez, lo ideal es que la crema hidratante de día tenga un filtro solar incorporado o utilizar un filtro solar de manera independiente. La hidratación debe ser diaria, al menos 2 veces al día.
Por otra parte, es de utilidad la aplicación de aceites vegetales y consumir alimentos ricos en ácidos grasos esenciales (omega 3).
En el caso de las mujeres, es necesario escoger líquidos desmaquillantes que tengan propiedades hidratantes y calmantes.
En cuanto a la protección solar, siempre utiliza un protector solar de factor alto y de amplio espectro (que proteja contra los rayos UVB Y UVA), sin importar si es invierno o verano.
Piel Mixta
El cuidado de las pieles mixtas es complejo, ya que es necesario utilizar productos diferentes, según la zona del rostro que se trate (la llamada “zona T” – frente, nariz y mentón – suele corresponder a una zona de piel grasa – y las mejillas, a una zona de piel más seca).
En el caso de pieles mixtas, se aconseja utilizar productos específicos para piel grasa al realizar la limpieza de la “zona T”, pero no aplicar dichos productos en las mejillas, para evitar que las zonas secas se resequen aún más. (*Revisa el apartado de piel grasa para conocer los productos idóneos).
Es importante no limpiar la piel en exceso, ya que se puede estimular la producción de grasa de las glándulas sebáceas (aumentando la grasitud de la piel) y, al mismo tiempo, lastimar y resecar aún más las zonas secas.
En cuanto a la hidratación, humecta la zona grasa de tu piel usando una fórmula ligera (emulsiones, gel, gel – crema) e hidrata la zona seca utilizando otra más concentrada (cremas hidratantes).
Utiliza siempre un protector solar “oil free”, de textura ligera o tipo gel.
Utiliza una loción tónica, libre de alcohol, que te ayude a regular el brillo de tu zona T.
Por último, procura llevar una alimentación balanceada, rica en vegetales y frutas, para disminuir la fluctuación del PH de tu piel, de ácido a alcalino y viceversa.
Piel Sensible
Si tienes este tipo de piel, escoge siempre productos que sean hipoalergénicos, no comedogénicos, dermatológicamente comprobados, botánicos (naturales) y sin fragancias artificiales.
Hidrata frecuentemente la zona de las mejillas (al menos dos veces al día) para prevenir y disminuir la ruptura de capilares sanguíneos.
Nunca utilices productos con alcohol o tónicos astrigentes. Si los necesitas, utiliza tónicos hidratantes naturales.
Utiliza diariamente, sin excepción, un protector solar de factor alto y de amplio espectro, sin importar la época del año.
Protege tu piel de los cambios climáticos fuertes. Si estás en un ambiente muy frío, protege tu rostro con bufandas. Si estás en un ambiente muy cálido, utiliza sombrillas, ropa adecuada y protector solar.
Báñate siempre con agua tibia. Evita el agua muy caliente o muy fría, pues puede lastimar tu piel.
No olvides consultar a tu dermatólogo en caso de que decidas utilizar un nuevo producto en tu piel.
Piel Normal
La piel normal suele estar bien hidratada y tener una textura compacta. Sin embargo, con el paso de los años, puede experimentar cambios producto del proceso de envejecimiento natural.
Cuando la persona es joven, se recomienda la utilización de cremas hidratantes de día y de noche, para nutrir e hidratar la piel. A su vez, también es conveniente utilizar una emulsión o gel a base de vitaminas A, C Y E y extracto de aloe vera.
A medida que pasan los años, se sugiere la utilización de cremas antiarrugas en pieles maduras.
En cuanto a la limpieza del cutis, prefiere los jabones líquidos glicerinados y lociones suaves. Limpia tu piel cuidadosamente al menos una vez al día.
En cuanto a la protección solar, utiliza siempre un fotoprotector de amplio espectro cuando vayas a exponerte al sol (esté despejado o nublado).