Si cada mañana te levantas con energía y optimismo, pero al pararte frente al espejo, ves el reflejo de un rostro cansado, con impurezas y poca vitalidad, es que llegó el momento de hacer un cambio. Si te sientes joven, sana y feliz por dentro, mereces que tu rostro y tu piel proyecten esa misma energía.
Es por eso que en Dermavida, pensando en tu bienestar, te ofrecemos una amplia gama de tratamientos dermatocosméticos, para que te sientas linda y radiante, tanto por fuera como por dentro. Los tratamientos más solicitados por nuestras pacientes son los siguientes:
- Limpiezas faciales: procedimiento de 60 minutos de duración que consiste en la eliminación de la capa superficial de la piel con la finalidad de eliminar impurezas, dándole a la piel un aspecto más suave y saludable. Este procedimiento es conocido como exfoliación. A su vez, se realiza un drenaje linfático y la aplicación de una máscara hidratante.
- Limpieza más peeling con ácido glicólico: procedimiento de 50 minutos de duración que permite renovar las capas superiores de la piel, remover impurezas, eliminar manchas solares y atenuar las arrugas superficiales, dándole a la piel un aspecto revitalizado y más joven. Al término del procedimiento también se aplica una máscara hidratante. Se requieren 3 sesiones como mínimo para apreciar los resultados de este procedimiento.
- Tratamiento anti-edad: procedimiento de 5 sesiones como mínimo, indicado para personas sobre los 45 años aproximadamente. Incluye microdermoabrasión (pulido fino de la piel), masaje anti líneas de expresión, ampolla de vitaminas y máscara reafirmante, la cual nutre en profundidad la piel previniendo la aparición de nuevas arrugas.
Una buena alternativa para potenciar los efectos de los tratamientos dermatocosméticos anteriores, son los tratamientos caseros.
A continuación, encontrarás tres recetas de mascarillas exfoliantes caseras, con ingredientes completamente naturales y de muy fácil acceso.
¡Tener una piel saludable y hermosa está al alcance de todos!
N° 1: Mascarilla de chía y palta, exfoliante e hidratante para el rostro
Esta mascarilla casera limpia profundamente la piel y, al mismo tiempo, la hidrata y nutre.
Para hacerla necesitarás:
- Una palta
- 5 cucharadas aprox. de chía hidratadas (la cantidad depende de cuánta máscara quieres obtener)
- Jugo de limón
Modo de preparación:
En primer lugar, poner las cucharadas de chía a hidratar en agua (alrededor de medio vaso) durante un mínimo de 20 minutos, hasta que se forme una especie de gel espeso. Luego, moler la palta y añadirle la chía previamente hidratada. Mezclar bien hasta obtener una mezcla homogénea. Por último, agregar algunas gotas de jugo de limón (entre 6 y 10).
Aplicar la mascarilla realizando un suave masaje sobre la piel y dejar actuar durante un mínimo de 20 minutos.
N° 2: Mascarilla de miel, chía y crema de leche
Para hacerla necesitarás:
- 2 cucharadas soperas de semillas de chía hidratadas (como se explicó previamente)
- 1 cucharada de miel (o más, en el caso de que la mezcla necesite mayor espesor)
- 1 cucharada de crema de leche
Modo de preparación:
Mezclar las dos cucharadas de semillas de chía hidratadas con la miel y la crema de leche. Revolver hasta obtener una mezcla homogénea y de consistencia espesa. Si la crema de leche que vas a utilizar es de consistencia muy ligera, entonces puedes agregar un poco más de piel, para darle más espesor.
Aplicar la mascarilla sobre la piel del rostro, escote y cuello durante un mínimo de 20 minutos. Luego, enjuagar con agua tibia.
N° 3: Mascarilla exfoliante de café
El café posee propiedades antioxidantes y astrigentes (cierra los poros), que favorecen una exfoliación profunda y revitalizan la piel del rostro. A su vez, la mascarilla de café promueve la regeneración celular, permitiendo lucir una piel más suave e hidratada.
Para hacerla necesitarás:
- 2 cucharadas de café de grano molido
- 1 cucharada de aceite de sésamo, almendras o girasol.
Modo de preparación:
Integrar los dos ingredientes y revolver, hasta formar una mezcla homogénea. Posteriormente, aplicar la mezcla sobre el rostro, masajeando suavemente (evitar la zona debajo de los ojos). Se sugiere frotar suavemente, sobre todo si tienes una piel sensible.
Dejar actuar la mascarilla durante 10 minutos y luego retirarla con abundante agua tibia. Dejar que la piel se seque sola.
Al final del procedimiento, puedes mezclar una cucharada de aceite (el mismo que utilizaste para la preparación) con dos cucharadas soperas de agua purificada (o hervida fría), para posteriormente humedecer un algodón y retirar con éste los restos de la mascarilla que hayan quedado en tu piel.
Aplicar esta mascarilla como máximo dos veces a la semana.
La mezcla puede ser almacenada en un recipiente de vidrio, para ser utilizada en una segunda ocasión.
Efectos de la mascarilla: exfoliante, estimula la circulación sanguínea, relaja los músculos del rostro y tiene un efecto antiinflamatorio.
¡Te invitamos a probar nuestros tratamientos dermatocosméticos y estas maravillosas mascarillas caseras!
¡Obtén el rostro saludable, terso y suave que mereces!
excellent blog
Thanks, very much !!!